Definimos el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) como un programa individualizado, de carácter preventivo y rehabilitador, en el que se articulan un conjunto de servicios y técnicas de intervenciones profesionales consistentes en atención personal, doméstica, de apoyo psicosocial y familiar y relaciones con el entorno, con el objetivo de favorecer el incremento de la autonomía personal del usuario en su medio habitual de vida.
En términos generales, la asistencia, la atención o la ayuda a domicilio es una prestación básica que suele estar incluida tanto en los programas de salud como en los servicios sociales. Puede constituir un servicio independiente o formar parte, como complementos, de otros servicios de salud o bienestar social más generales.
En lo esencial, el SAD consiste en ofrecer una ayuda personal y/o determinados servicios en el domicilio de PERSONAS (mayores, discapacitadas, enfermas, etc.) cuya independencia se encuentra limitada o que atraviesan una situación de crisis puntual.
Entre las principales características pueden destacarse las siguientes:
▪ La intervención tiene un carácter preventivo y rehabilitador actuando sobre situaciones de fragilidad y riesgo social. Por un lado, intenta prevenir situaciones carenciales que incrementen el riesgo de pérdida de independencia, y por otra parte, se pretende recuperar capacidades funcionales perdidas, mediante el
entrenamiento en habilidades para actividades de la vida diaria.
▪ Es un servicio asistencial, integral y polivalente. Se trata de un Programa individualizado que proporciona atención adaptándose a las necesidades que presenten los usuarios.
▪ Los servicios se prestan en el domicilio de beneficiario. En eso se diferencia de los ofrecidos en residencias, centros de día, etc.
▪ En una prestación complementaria a la red de apoyo familiar y social de la persona o familia.