Diabetes: Azúcar en la sangre.

diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar exceso de azúcar en la sangre y que, a pesar de ello, es una patología nada dulce que afecta a millones de personas en el mundo.

La diabetes se ocasiona cuando el organismo presenta problemas metabólicos, y por ser incapaz de almacenar adecuadamente un tipo de azúcar llamada glucosa, la acumula en la sangre. Esto sucede porque el cuerpo fabrica bajos niveles de insulina, hormona producida por el páncreas que es responsable de mantener los niveles de azúcar dentro de los rangos normales.

Síntomas.

  • Pérdida de peso.
  • Fatiga.
  • Aumento de la necesidad de comer.
  • Sed excesiva.
  • Aumento de la micción.
  • Irritabilidad o cambios de ánimo.
  • vómitos y nauseas.
  • Entumecimiento de manos y pies.
  • Heridas que no cicatrizan.

Exámenes. 

Para establecer el diagnostico de diabetes una persona debe tener valores de glucemia muy elevados en la sangre. Estos niveles son examinados a menudo a través de los chequeos rutinarios que se hacen anualmente. Este estudio se realiza a través del análisis de una muestra de sangre del paciente. De igual forma, el médico deberá tomar en cuenta dentro del historial clínico si se presentan otros síntomas asociados con la enfermedad.

Existe otro estudio llamado prueba de tolerancia a la glucosa que se realiza de manera oral. El paciente debe estar en ayunas y se le pedirá que ingiera una solución que contiene glucosa, antes de esto, se le tomará una muestra de sangre y luego cada 30 o 60 minutos después de haber ingerido el líquido. Este examen puede durar hasta tres horas. 

Para este análisis la glucosa también se puede administrar de manera intravenosa, sin embargo, esta forma es menos común. Aunque una prueba de orina no diagnostica diabetes, se pueden realizar esta clase de exámenes para determinar si hay presencia de niveles elevados de azúcar en la orina. 

Si el paciente no controla sus niveles de azúcar en la sangre, puede desarrollar otras patologías asociadas a esta enfermedad como problemas oculares o incluso perder la visión. 

Proceso.

Para entender a esta patología es muy importante conocer el proceso por el cual el organismo descompone los alimentos para convertirse en energía. Primeramente, la glucosa entra al torrente sanguíneo y el páncreas produce una hormona llamada insulina que debe trasportarla desde la sangre hasta los músculos y las células hepáticas para ser utilizada como energía. 

Las personas con diabetes no producen suficiente insulina o sus células no responden de forma normal a ella, lo que trae como consecuencia que la glucosa no pueda movilizarse hacia las células para ser convertida en energía y, por tanto, se queda acumulada en la sangre.

Clasificación.

 Diabetes tipo I. Se diagnostica a cualquier edad, pero es más frecuente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. El páncreas de estas personas no produce insulina, por tanto, estos pacientes deben inyectarse esta hormona a diario. 

Diabetes tipo II. Es la forma más común de esta enfermedad. En este caso el cuerpo si produce insulina, pero en niveles muy bajos que no pueden ser aprovechados. 

Diabetes gestacional. Es un tipo de diabetes que se produce durante el embarazo, por lo que es considerada como una enfermedad ocasional. Habitualmente la mujer recupera su estado normal después del parto.

Otros datos.

Las personas que padecen de diabetes deben tener especial cuidado con sus pies para evitar que se forme alguna gangrena, también conocida como pie diabético. El pie de los pacientes diabéticos es muy sensible o vulnerable, por tanto, deben protegerse con el calzado, no andar descalzos, ni usar zapatos muy ajustados o con tacones altos.

Para controlar la diabetes se necesitan básicamente tres medidas: tener una alimentación balanceada, practicar ejercicio físico de forma regular y recibir la medicación adecuada. Los fármacos pueden ser inyectables o administrados de forma oral. 

Si se quiere prevenir la aparición de la diabetes tipo II se deben evitar el sobrepeso y el sedentarismo. La diabetes tipo I no es prevenible. Para evadir complicaciones hay que mantener un control médico constante, vigilar los niveles de azúcar en la sangre y la presión arterial. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *