Dolores ¡alerta! No los dejes pasar

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Aunque parezca un síntoma pasajero, en muchos casos e presenta dolor crónico, por lo cual es importante acudir al médico para prevenir cualquier anomalía. 

Siendo una de las sensaciones más comunes experimentadas por cualquier persona, según la Biblioteca Nacional de Medicina con sede en Estados Unidos, “el dolor es una experiencia sensorial provocada por la descarga de fibras nerviosas aferentes del tipo A delta y C que indica la presencia de un problema físico o emocional, y afecta ciertas zonas del cuerpo. 

Hasta los momentos se conocen dos tipos de dolores, los cuales son más frecuentes y de fácil detección. 

Dolor agudo. Sistema de codificación y amplificación de circuitos neurológicos generados por estímulos lesivos. Dicha afección tiene como ventaja producir una alarma en el tejido afectado, por lo que los dolores son escasos y leves.

Dolor crónico. Esta patología consiste en un dolor permanente que afecta el estado psicológico y anímico de quien lo padece; se considera prolongado y no posee ninguna función protectora, convirtiéndola en una enfermedad. La musicoterapia es utilizada para sanar dolores posoperatorios e incluso tratar dolencias corporales crónicas como la artrosis y el reuma. 

Producción del dolor

Inflamatorio. Este tipo de dolor es ocasionado por heridas, fracturas, desgarres musculares. Se produce en primera instancia una inflamación en la zona afectada, luego los nervios transmiten información a la médula espinal para ser recibidas por el cerebro

Muscular. Dolor emanado por pequeñas descargas originadas por fatigas en los músculos afectados que puede conllevar a contracturas.

Visceral. Generalmente no se origina en la región donde surge la dolencia. Algunos de los síntomas que se generan son náuseas y vómitos debido a los reflejos motores.

Neuropático. Frecuentemente es un dolor espontáneo, el cual suele ser imperceptible o continuo; se origina por la alteración del sistema nervioso central y periférico. 

Atención

Dolor en el pecho. Se genera en el área del corazón; en muchos casos suele ser pasajero. Si persiste, puede tratarse de un ataque cardíaco originado por la falta de flujo suficiente de sangre que va hacia el corazón.

Dolor de cabeza. Se presentan jaquecas o dolores de cabeza muy leves; en algunos casos esto puede originar perdida repentina de la visión. Si el dolor es continuo, pudiera tratarse de un derrame cerebral.

Dolor de espalda. Es el más común y se debe a actividades que implican fuerza; cuando se origina un hormigueo en las manos, indica dislocación de los discos de la columna.

Dolor de muelas. Estos dolores pueden ser calmados con tan solo ingerir un analgésico; sin embargo, en muchos casos, el nervio podría estar comprometido debido a una bacteria alojada en el área, por lo que es vital visitar al odontólogo.

Dolor en el abdomen. Si existen además malestares como náuseas y fiebre, puede tratarse una apendicitis, por lo que es recomendable dirigirse a un experto. 

Dolor de rodilla. Se genera por los golpes o fracturas que sufrimos en un determinado momento. 

Al natural 

Cuando se suscita dolor en cualquier parte de nuestro cuerpo, siempre es bueno acudir a los remedios caseros, ya que muchos de ellos son fuente de alivio para los malestares que nos aquejan.

El clavo. El aceite natural que este proporciona es un excelente calmante tópico utilizado principalmente para aliviar entre otras cosas los dolores musculares.

Eucalipto. Planta con un alto contenido cineol (componente esencial del eucalipto que posee propiedades antibacteriales, antiinflamatorias y antitumorales, entre otras) que al ser colocado sobre el área afectada actúa sobre los nervios, aliviando automáticamente el malestar producido.

El árnica. Puede ser utilizado de dos formas, por medio de infusión o ungüento que debe ser aplicado sobre la zona donde persista la inflamación o golpe. Es importante destacar que no debe ser colocada en heridas abiertas.

Orégano. Su poder antiséptico ayuda a mejorar y evitar las infecciones en las heridas ocasionadas por algún accidente ocurrido en el hogar.

Lavanda. Para aliviar el estrés, no hay nada mejor que un buen masaje con aceite de lavanda, el cual detiene el fuerte dolor causado por la tensión.

Jengibre. Para dolores musculares y articulares, puedes consumir o tomar una infusión de jengibre, el cual alivia cualquier dolencia que se genere gracias a su poder antiinflamatorio.

Aceite de oliva. Consumir pequeñas dosis de este aceite diariamente evita la inflamación de todo el organismo, y lo protege de la aparición de otros malestares. 

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