El Alzheimer es una patología o trastorno neurológico, en el que la persona pierde la capacidad de pensar, recordar y aprender, debido a que el cerebro va perdiendo sus capacidades al atrofiarse y se produce la muerte de las neuronas cerebrales, por lo tanto, el paciente pierde su independencia y constituye una demencia progresiva. Los factores de riesgo son la edad, antecedentes familiares y la genética; las personas entre 60 y 85 años son propensas a contraer la enfermedad, sin embargo, hay casos en los que se presenta a una edad más temprana, tener padres o hermanos que sufran de la enfermedad, también se ha demostrado que la presencia del gen apolipoproteína E-e4 o APOE-e4 puede conllevar al padecimiento de esta enfermedad.
Actualmente para mejorar la memoria en pacientes con Alzheimer, los médicos han recurrido a la aplicación del parche de rivastigmina, que se coloca en la espalda, en el pecho o en el brazo, sin causar irritación, no obstante, este tratamiento no cura la enfermedad. Se calcula que para el año 2030 en Estados Unidos, las personas de 65 años de edad o más, con enfermedad de Alzheimer alcanzará los 7,7 millones, más de cinco millones de personas presentan esta enfermedad y casi diez millones asisten a quienes lo padecen.
Para el diagnóstico del Alzheimer existen indicios que las personas atribuyen al envejecimiento, los síntomas son los siguientes:
- Repetición frecuente de oraciones o de un mismo hecho.
- Ubicación errónea de las cosas.
- Dificultad para recodar el nombre de objetos conocidos.
- Cambios de personalidad.
- Perder el interés en las actividades que antes se disfrutaban.
- Dificultad para realizar tareas que exigen destreza mental, pero que solían ser fáciles de hacer, presentar dificultades para aprender rutinas o informaciones nuevas.
Aun cuando no hay una forma comprobada de prevenir el Alzheimer, deben incorporarse hábitos saludables a la rutina diaria:
- Seguir una dieta baja en grasa.
- Consumir pescado.
- Aminorar la ingesta de ácido linoleico que está presente en la margarina y en la mayoría de los productos lácteos.
- Incrementar el consumo de antioxidantes por medio de frutas y verdura de color oscuro.
- Mantenerse activo mental y socialmente durante toda la vida.
- Tomar anti inflamatorios no esteroides como el ibuprofeno.