El insomnio se presenta con frecuencia en el envejecimiento, los adultos mayores tienden a despertarse seguido durante la noche y a levantarse más temprano. La baja duración de las horas de descanso o del sueño de quienes sufren el trastorno de insomnio puede interferir en el buen desarrollo de su vida cotidiana, así como en el rendimiento a la hora de ejecutar sus actividades.
Este trastorno consiste en un desorden del sueño que no permite a quien lo sufre dormir en largos periodos de tiempo o dormir profundamente y es causado por un sinfín de razones que van desde dietas, tensión, estrés, depresión, hasta razones físicas o mentales, pero sea cual sea la razón, lo importante es detectar que lo origina. Así que cuando tengas un desvelo, puedes detenerte a pensar la razón que lo está causando, debido a que un sueño reparador es siempre importante para la salud y el bienestar, ya que, de lo contrario, se puede sufrir de somnolencia durante el día, cansancio, irritabilidad, baja concentración o desgano para realizar ciertas actividades.
Por su forma de presentarse:
Inicial. Es el más común de todos y consiste en no poder conciliar el sueño en el momento de acostarse.
Intermedio. Surge cuando comenzamos a despertarnos frecuentemente durante la noche.
Terminal. Consiste en despertarse sumamente temprano en las mañanas. Incluso antes de lo planificado por no sentir más de la necesidad de dormir.
Por el tiempo de duración:
Agudo. Por lo general dura menos de cuatro semanas.
Subagudo. Suele durar más de cuatro semanas, pero menos de tres meses.
Largo plazo. Se extiende más de tres o seis meses.
Por su severidad:
Leve o ligero.Existe un mínimo deterioro de la calidad de vida.
Moderado. Se da cada noche y empiezan a surgir ciertos signos del deterioro de la calidad de vida con síntomas como irritabilidad, ansiedad o fatiga.
Mejora tus hábitos.
Estos son algunos consejos que puedes seguir para que logres conciliar el sueño y así ganar la energía que necesitas para enfrentar un nuevo día.
Trata de establecer horarios para ir a la cama. Acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana, ayudará a tu cuerpo a dormir todas las noches.
Procura que no entren a tu habitación ruidos molestos que puedan interrumpir el sueño, ya que luego es un poco difícil recuperarlo.
Establece una rutina para cumplirla antes de acostarte. Darse un baño y leer durante diez minutos son una de las mejores actividades que pueden ayudarte a conectarte con el sueño.
No ingieras café, alcohol o refrescos carbonatados antes de dormir, ya que los componentes de estos pueden causar alteraciones en el organismo.
Al acostarte, evita pensar en aquellas cosas que te preocupan. Esta es una excelente manera de aprender a manejar el estrés.
Evita fumar antes de dormir.
Utiliza tu cama, sólo para dormir. Evita comer, ver televisión o hacer cualquier actividad en ella. Es una manera de respetar el espacio en el que duermes.
Si piensas hacer una siesta durante el día, puede interrumpir el sueño de la noche, trata de evitarlas.
Procura no hacer ejercicios antes de dormir. Ya que la acción de estos, altera el organismo y no le permitirá conciliar el sueño de la manera correcta.
Técnicas para mejorar el sueño.
En la actualidad existen muchas terapias de relajación que pueden ayudarte a bajar los niveles de estrés, angustia o aquello que te esté impidiendo dormir de manera armónica.
Terapia de relajación. Es completamente eficaz cuando de reducir o eliminar la ansiedad y tensión corporal se trata. Esto permite que la mente deje de funcionar de manera acelerada y los músculos se relajen para alcanzar un sueño más reparador. El tiempo practicando esta terapia te ayudará a descubrir la técnica más apropiada para alcanzar una relajación total.
Restricción del sueño. Hay personas para quienes esta técnica es muy útil ya que se debe seguir un programa que, al principio, solo permite dormir unas pocas horas en la noche, luego se aumenta la cantidad de horas, hasta que se puede establecer un horario de sueño normal.
Reacondicionamiento. Este tratamiento consiste en ayudar a las personas a que asocien su ama con el sueño. Por supuesto que esto hace que quienes tienen el hábito de comer, ver televisión o hacer cualquier otra actividad que no sean dormir, deban dejarlas a un lado. La terapia hará que vayas a la cama en el preciso momento que tengas sueño, para ello se deben evitar las siestas. Con el transcurrir del tiempo verás cómo tu organismo automáticamente relaciona la cama, con la hora de dormir y el sueño.
Acude al médico.
Si observas que tu problema para conciliar el sueño es persistente y a pesar de seguir los consejos no logras eliminarlo, si se presenta más de tres noches por semana durante un mes o si aunado a la falta de sueño tienes algún dolor o dificultad para respirar; es el momento de consultar con un doctor. Un especialista es la persona indicada para detectar el problema, evaluarlo y aportarle la mejor opción para solucionarlo.